Si hay algo que me produce especial sorpresa de todo cuanto se comenta, debate y postea, es la curiosa
coincidencia de todos los participantes en afirmar que el problema que tiene
nuestra economía es la falta de crédito….
Que si el crédito es la sangre
del cuerpo.
Que si el problema se resuelve en
el momento en que nuestra deuda la paguemos al 1% en vez de al 6%.
Que los alemanes son unos
cabrones porque se financian casi gratis y nosotros tenemos que pagar un
diferencial que hace imposible que podamos competir en igualdad de condiciones.
Pero vamos a ver, hatajo de
merluzos: ¿Alguien sabe lo que es la deuda? ¿Alguien sabe para qué sirve la
deuda? ¿Alguien sabe lo que supone pagar la deuda? Estas cosas son tan básicas,
que escucharlas en boca de profesores de universidad de frente despejada,
produce estupefacción primero, asco después, y finalmente comprensión
desgarradora de por qué estamos dónde estamos…. Con profesores universitarios
de económicas con estos discursos (que además cuentan con altavoces
mediáticos), cómo vamos a ser capaces de sacar a gente capacitada de las
universidades.
La deuda sólo es sana cuando se
destina a inversión productiva. Es importante marcar la palabra “productiva”.
¿Sirve de algo emitir deuda para
pagar nóminas de funcionarios? NO
¿Sirve de algo emitir deuda para
pagar la compra a plazos de un F-18 en época de paz? NO
¿Sirve de algo emitir deuda para
deshacer y volver a hacer aceras en los pueblos? NO
¿Sirve de algo emitir deuda para
seguir subvencionando el sector minero en Asturias? NO
¿Sirve de algo emitir deuda para ampliar
un aeropuerto que no funciona a pleno rendimiento? NO
¿Sirve de algo emitir deuda para
ampliar la capacidad de producción en una fábrica de coches que está trabajando
a un 50% del total de capacidad? NO
¿Sirve de algo emitir deuda para
poder pagar una costosa operación de corazón a una persona de 80 años? NO
¿Sirve de algo emitir deuda para
poder pagar educación universitaria a 10.000 licenciados de periodismo al año
en España? NO
Es decir: NO, NO y NO! La deuda sólo
se justifica cuando a priori, con ella se invierte en algo que producirá
suficiente valor como para retornar esa deuda, pagar los intereses y dejar un
beneficio al que corrió el riesgo de hacer la inversión. Luego, ese apriorismo
puede fallar por no haber tenido en cuenta otros factores (el negocio, puede ir mal), pero JAMÁS puede considerarse la deuda como un mecanismo válido para pagar
algo que no cumpla con la sacrosanta ley de que “TODA DEUDA TIENE QUE IR A
INVERSIÓN PRODUCTIVA”. Por lo tanto, en la coyuntura actual en la que hay:
-
Sobrecapacidad productiva instalada en la economía
-
Caída de consumo
-
Sobreendeudamiento a todo nivel: público, privado y
empresarial.
Deberíamos simplemente condenar
al ostracismo, previo baño de brea y plumas, a cualquier meapilas que usase un medio de comunicación de masas para hablar en favor de la deuda. Las deudas en cosas improductivas
son las cadenas de nuestro futuro y del de nuestros descendientes. Siempre que
veáis a alguien hablando a favor de la deuda es:
- Un entrampado al que quieren que le salvemos el culo.
- Un mal empresario (sobre lo de “hay que financiar el
circulante” hay para escribir 20 posts).
- Un zanguango cuyo sueldo a fin de mes depende de un
trabajo que, en el mejor de los casos, no produce el valor que se le paga.
Por ello: basta de hablar de que
los problemas se resuelven con más deuda, o financiándonos más baratos. El
problema que tenemos está causado por la deuda en cosas improductivas. La capacidad para
recuperarse no vendrá ni de acceder a más deuda, ni de acceder a mejores condiciones
para la deuda. Vendrá de entender cual es el problema, de dejar de llorar, y de
ponerse a hacer todos los sacrificios que hay que hacer (dejando caer el lastre
que haya que dejar caer). Hay que encontrar la forma de que este país conecte con un circulo virtuoso, y es evidente que nada ni nadie que haya tenido cierta relevancia en nuestro país en los últimos 30 años (empresarios, políticos, valores, modelo económico, educación), puede valer para lo que necesitamos.